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DSD, A UN AÑO DEL ADIÓS

Desde que Diario sobre Diarios fue abatido hace un año por la depresión económica macrista, la prensa del poder se liberó de que trascendieran otras miserias, aparte de las que son públicas. No hay periodista que no los extrañe. Incluía investigaciones especiales contadas en una sección llamada Zona Dura, materiales que son parte del archivo de Congreso Abierto. Aquí el adiós y la despedida del editor de esta página. 

Por DsD                                                                                    

Buenos Aires, 22/7/19 (ANP).- El portal Diario sobre Diarios dejó de editarse hoy debido a factores económicos que impiden su continuidad luego de 18 años en que la publicación ” intentó analizar los medios de comunicación que circulaban a nivel nacional“. “La crisis presente hace imposible que una Pyme que tuvo momentos importantes, pueda mantenerse en pie y continuar con su trabajo”. Lo destacó DsD a través de su cuenta oficial.

Desde el grupo editorial agradecieron “a cada periodista y a cada comunicador que pasó por nuestra redacción, y a todos los que colaboraron con esfuerzo y dedicación con nosotros” en el trabajo de “esclarecer las diferencias entre las formas” en que los medios nacionales “editaron sus agendas durante esta larga y conflictiva etapa de los argentinos”.

DsD destacaba que “brindamos a nuestros clientes y a la comunidad en general una visión analítica del denominado Cuarto Poder: El Periodismo".

Y añadía: "Es misión del periodismo -entre otras – el de controlar y vigilar a los tres poderes constituidos en democracia. ¿Pero quién controla a los que controlan?”

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                                                                    DIEZ AÑOS Y UN PARADIGMA DE DSD

Por  Dardo Fernández

Cuando el DsD comenzó hace diez años teníamos un paradigma, tal vez más por intuición que por convicción. Pensábamos que la matriz del loteo de los espacios del cable y la radio estaba corrompiendo la actividad periodística, aceleraba el deterioro del sector, ya golpeado por el impacto y las consecuencias de las nuevas tecnologías. Y que en ese derrumbe los dueños de los grandes multimedios gozaban de invisibilidad y la soberbia les impedía considerar la necesidad de cualquier autocrítica; reinaban como lo hicieron los dinosaurios.

Por entonces, planteamos nuestros principios que aún se pueden leer en la solapa Somos.

Todo lo que vivimos entre 2002 y 2007 confirmó ese paradigma. Y encontramos las zonas oscuras del sistema periodístico prebendario, donde participaban juntos liberales y progresistas; izquierdas y derechas; profesionales y amateurs.

Decidimos editar y producir contenidos sobre muchos temas tabúes para la profesión periodística de entonces:

¿Cuántos ejemplares venden los diarios porteños? ¿Son realmente nacionales? ¿Quiénes son los editores de los diarios? ¿Quiénes son sus dueños? ¿Qué diario es oficialista y cuál crítico? ¿Qué ocurre en las redacciones de los grandes rotativos? ¿Qué discuten?.

Eran tiempos en los cuales criticar a Clarín o a La Nación –los dos colosos del periodismo argentino- resultaba sospechoso o intrigante.

 “Estos tipos son de Moneta”; “ese sitio es de Hadad”; “para mí que trabajan para algún servicio de inteligencia”, eran corrillos en algunas de las grandes redacciones cuando alguien hablaba del DsD.

El tiempo –y la inexistencia física de servicios y mucho menos aún inteligentes- derrumbaron esas falsedades. Para hacer observancia, decidimos no firmar las notas, no ser parte de la hoguera de las vanidades. Y ser periodista, para nosotros, siempre fue un oficio de humildes.

Los medios gráficos exhibían a la hora de editar muchos tabúes y enormes silencios.

Entre 2002 y 2007, DsD siguió el Caso Noble desde la primera presentación judicial.

Entre 2004 y 2007 hubo 16 meses continuos en los cuales el expediente fue de primera instancia hasta al Corte Suprema, con casi ningún medio gráfico ocupándose del tema. Ni lo medios liberales ni los “progresistas” se interesaron en el caso.

Eran tiempos en los cuales no existía la “corpo”, ni el “monopolio” y mucho menos un “gobierno autoritario”.

Otros temas fueron ignorados: la censura a Julio Nudler, los pronunciamientos de la SIP que sólo obtenían pequeños recuadros; las notas de Clarín en página 3 con fuentes gubernamentales en “off” que adelantaban increíbles medidas oficiales; la caída en términos de opinión pública del prestigio de la profesión periodística; la falta de autocrítica de las empresas periodísticas por el golpe militar de 1976; los mitos y falsedades que se difundieron desde la gran prensa durante la Guerra de Malvinas.

Hubo más. Demasiados.

En 2008 en medio de la tensión entre la Casa Rosada y las patronales del campo, ocurrió el divorcio político entre el CEO del Grupo Clarín, Héctor Magneto y el entonces presidente Néstor Kirchner.

Todo estalló.

Los temas tabúes desaparecieron. La sociedad se “politizó”. Y las empresas periodísticas se “partidizaron”.

Hoy, se está con o se está contra. Todo depende de qué leas. Qué veas.

Este proceso traba el análisis, empobrece el pensamiento, tergiversa desde las interpretaciones a los hechos de la realidad.

En DsD creemos –otra vez más por intuición- que estamos en una situación de transición. Vamos hacia un nuevo modelo periodístico (con todo lo que ello implica) o definitivamente la decadencia ha llegado.

Mientras el tiempo resuelve la cuestión de fondo, planteamos aquí y ahora –luego de diez años de existencia en la web- un nuevo paradigma para DsD.

Transformarse, progresivamente, en la herramienta más colosal que se pueda construir sobre seguimiento y análisis cualitativo, con desarrollo de módulos originales, usando los recursos existentes para deconstruir. Facilitar que cada lector saque sus propias conclusiones.

Ratificamos nuestra propia declaración de principios. Si pudimos o no, si construimos o fracasamos, la palabra definitiva –como siempre- la tiene el lector.

Es el DsD

(*) Director y fundador de DsD.

Fuente: DsD, Zona Dura, 12/12/12.

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                                                            DSD, EL LOGO EN TAPA, EN HOMENAJE

 

En homenaje y reconocimiento a los periodistas que crearon y mantuvieron durante años Diario sobre Diarios, esfuerzo abatido por la debacle económica del gobierno de Mauricio Macri, se mantiene su logo en esta página, Congreso Abierto, como estuvo desde el primer día de su aparición en 2009.

Desde el 22 de julio de 2019, se siente su ausencia, un vacío que pide a gritos su retorno, como siempre retornos tan sentidos en nuestra historia y también en la historia del periodismo.

El editor de Congreso Abierto tiene un agradecimiento especial a esos periodistas por el trato recibido, igual que pasó con tantos otros exponentes de este noble oficio, gente de trabajo a quienes al llamarlos compañeros sentimos que decimos mucho que más que al llamarlos colegas, término preferido de otros colegas, en muchos casos respetables pero que no gustan compartir el pan.

Gracias de corazón por todo lo que han hecho, con la calidad y dignidad en una valiosa tarea.

Quedan aquí, como fuente, las notas de DsD, igual el logo en tapa, que al cliquearse  y no conduzca a nada refleje el dolor de lo perdido. Si al menos condujera a la sección Periodistas, en el sector Ética y Conciencia, allí estaría DsD, el lugar indicado para tan esforzada y honesta labor.

A DsD, ese fiel amigo, un abrazo.

Armando Vidal, editor de Congreso Abierto.

Nota: Justo, reparador y necesario sería ver el retorno de DsD. En lo que pueda ayudar, cuenten conmigo. De corazón.